domingo, 15 de mayo de 2011

Porteros de Buenos Ares


Les dejo un adelanto de la muy buena nota de Lucas Morando sobre los encargados de edificios

Dos botellas sin abrir de Chivas Regal escoltan a otra de Johnnie Walker Etiqueta Negra recién estrenada. Alberto Rodríguez deja la pulcra escoba sobre la pared y ofrece whisky importado o, en su defecto, gaseosa en copa de vino. No se distrae por el ruido de su LCD de 42 pulgadas, ni por el tránsito del mediodía de Las Heras y Junín, en Recoleta, donde es encargado desde hace 24 años. Gana $ 10 mil por mes, tiene un ayudante y un custodio, que también lo cuida a él.
En la muñeca, un brilloso y dorado reloj símil Rolex desencadena una anécdota que ilustra una confianza de décadas con los propietarios: hace unos años le salvó la vida a la hija de siete años de una vecina gracias a un curso de primeros auxilios. Emocionada, la señora, le entregó su amistad de por vida y lo gratificó con ese obsequio que nunca se quitó. “Un edificio es una ciudad en miniatura”, enseña Rodríguez.
Tiene 57 años, pesa 120 kilos y es parte de esa selecta elite de los encargados que más cobran en la Ciudad. Si bien el salario promedio del gremio luego de la última negociación paritaria es de $ 5.200, según el sindicato, los que trabajan en edificios de barrios con alto poder adquisitivo, que lograron acuerdos fuera del convenio y que suman varios años de antigüedad, ganan hasta
$ 18 mil por mes.
Es más: el encargado que mejor cobra se lleva $ 19.444 y, razonablemente, prefirió no dar más detalles “por miedo a los secuestros”. Los otros cuatro que encabezan el top five de la pirámide salarial perciben
$ 18.500 promedio y junto con los que obtienen más de $ 8 mil representan el 12 por ciento de todos los encargados de la Ciudad, unos 7.700 VIP sobre 64 mil totales.

Nota: lea el texto completo en la edición de hoy de Perfil.com y Diario Perfil

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